miércoles, 21 de septiembre de 2011

Capítulo 7, parte 3


Agotada, Kati llegó al campamento improvisado que había montado Tabide, que hacía de exploradora de vanguardia, y se sentó en el duro suelo junto a Ares.
Diodec, que les había acompañado lleno de curiosidad sobre los conocimientos de los bárbaros, miró a PF y le preguntó:
—¿Cuánto se supone que queda?
PF tiró su fardo, se tumbó en el suelo y le dijo poniéndose una mano en los ojos:
—No tengo ni idea. Como ya te he dicho, los bárbaros son nómadas y no viven en un sitio fijo. Deberían estar en esta zona porque es por aquí por donde migran los animales que cazan, pero no puedo estar segura. Nunca he vivido con ellos durante periodos largos de tiempo, siempre me traían mis padres, porque ellos decidieron vivir al lado del mar en vez de en la estepa, y hace años que no vengo de visita.
—Pues estamos apañados… ¿Por qué no avisaste de que sería mejor usar un aerodeslizador?
—Porque los aerodeslizadores no soportan el clima de la estepa. Se romperían en cuanto cayera la noche.
—Lo que faltaba, acudimos al territorio de los bárbaros y no tenemos ni medios para huir si la cosa se estropea —rezongó Roca.
—¿He escuchado la palabra huir saliendo de tu boca, enano? No esperaba esa cobardía de ti.
El mecánico se levantó como un resorte ante las palabras de Sombra y nuevamente hubo que sujetarle.
—No se trata de cobardía, sino de sentido común —dijo Amanecer, encendiendo una larga pipa —. Los bárbaros no son conocidos precisamente por desplazarse en grupos pequeños. Si deciden a atacar cuando les encontremos, estaremos muertos.
—Estáis muy equivocados. En realidad, los bárbaros son bastante pacíficos.
—Díselo a los dos mil enanos que murieron en Bouhardim —gruñó Roca.
—Eso ocurrió hace cientos de años —dijo Ares poniendo los ojos en blanco.
—Los enanos no olvidamos.
—Al parecer, sí que lo hacéis. La batalla tuvo lugar porque un grupo de enanos decidió ocupar una montaña en pleno territorio de los bárbaros cuando descubrieron metales preciosos en ella.
—¡Esa montaña la reclamamos según las reglas de los dioses!
—Pero los bárbaros renegaron de los dioses, Roca. ¿A quién se le ocurre reclamar unas tierras del territorio bárbaro en nombre de los dioses enanos?
El enano empezó a decir palabrotas que Kati no había ni oído hasta el momento y que hicieron sonrojarse a casi todos los presentes, pero se interrumpió cuando vio una nube de polvo acercarse lentamente hacia ellos.
—¡Cáspitas, parece que les hemos encontrado por fin! —se alegró PF. Al parecer, fue la única de los presentes que tuvo ese sentimiento.

3 comentarios:

  1. La presencia de los bárbaros despierta mi curiosidad, espero el siguiente capitulo para saber si surge algún altercado o todo se resuelve pacíficamente.

    Un saludo

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  2. Eres mala :S al fin cuando llegan cortan el capitulo, siempre me dejas con la intriga no se como pero lo haces jeje
    Besitos me encantab. incursores de la noche =D

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  3. XD es lo que tienen las novelas por entregas, hay que enganchar a los lectores para el siguiente episodio

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